Sobre el sector de Ceiba 2, un
popular barrio de la ciudad de Cúcuta. Reside uno de los más antiguos problemas
que tiene esa comunidad y es que un lote inmenso, entre calles y edificios
nuevos. Se ha convertido en un relleno sanitario improvisado.
El lote abarca casi una manzana y
a su largo y ancho puede divisar todo tipo de basuras tales como materiales de
construcción, comida podrida, residuos sanitarios o animales muertos.
Juan Pinto, uno de los jóvenes
que vive por ahí, con mirada desconcertante señaló: “una vez muy tarde en la
noche, vi que llegaban tres tipos en una camioneta último modelo y dejaban algo
tirado, como una especie de cuerpo. No
es raro que ahora vengan y tiren un muñeco”.
Los vigilantes no se atreven a
pasar de noche por ahí, prefieren dar la vuelta por detrás de la casa de
Valeria Díaz, quien expresó que en dicho basurero ha visto a la gente hacer de
las suyas como sus necesidades fisiológicas, sin importarle a esos personajes
que era hora del día era ignorando quien los pudiera ver.
A pesar de que construyeron un
edificio más una cancha sintética, y que las luces del sitio deportivo espantan
la oscuridad, se ha convertido en una olla en la que ladrones y jibaros hacen
de las suyas, unos aprovechando la oscuridad para asaltar en cualquier descuido
y otros sumergiéndose en las tinieblas para concretar sus negocios turbios.
Este criadero de basuras, dicen
los vecinos, lleva ya más de 17 años, y es que antes, como dicen los abuelos,
‘esto por acá era puro potrero’ llegaron varias firmas y empresas constructoras
a poblar los lotes, sin embargo, se quedaron escombros y la gente de afuera
creyó que acá podían venir a dejarnos su desorden, comentó Esperanza Gómez,
otra afectada por esta problemática.
El ingeniero civil, Pedro José
Hernández, habitante del sector y director operativo de la trituradora La Roca,
dijo que siempre se trata de hacer limpieza del lote cada vez que se pueda,
pero que es complicado regular y hacer control para que la gente no albergue
más basuras o escombros en ese lugar.
Pedro, además, agregó que muchas
veces se ha enfrentado a los gritos con personas de empresas no identificadas
que llegan a dejar residuos detrás de su casa, a tal de punto de recibir
amenazas de pleitos, así mismo jocosamente mencionó que él responde a los
ataques pero que nunca se ha visto envuelto en una pelea, son solo gritos de
advertencia para que tengan responsabilidad y cuidado, no obstante los
contaminantes siempre se hacen los de los oídos sordos y el lanzamiento de
basura al monte nunca cesa.
El ingeniero contó que muchas
veces traen máquinas para hacer limpieza del lugar, pero que eso no dura ni un
día, porque apenas terminan de recoger la basura y dejar nivelado el lote,
llegan los que ensucian como si les hubieran dado previo aviso de que ya les despejaron el
lugar para echar nuevamente ruinas y porquerías.
Pilar Contreras, ama de casa de casa
y conocida vecina, expresó que han enviado cartas a Corponor, derechos de
petición ante la Alcaldía y pedido ayuda antes las distintas autoridades, y
responden pero temporalmente, siendo soluciones como pañitos de agua tibia. Siempre
se han quejado del basurero, porque siempre han tenido plagas.
Pilar, también dijo que el año
pasado hubo una epidemia de dengue hemorrágico en el sector, debido a este
problema y denunció que algunos vecinos al olvidar sacar la basura, colaboran
para que el improvisado relleno sanitario siga creciendo, ya que botan sus
desperdicios.
Carlos Andrés Valero, pasante en
el programa de mantenimiento preventivo y correctivo de los bienes muebles e
inmuebles de Corponor adscrito a secretaría general y quién curiosamente
resultó vecino del sector, explicó que a la empresa han llegado varias
peticiones para solventar la problemática, pero que se le da prioridad a sitios
con riesgo de primer nivel.
La Oficina de Desarrollo
Sectorial Sostenible de Corponor expresó que ya en 2009 hubo un llamado de
atención por parte de la opinión pública y que algunos medios atendieron ese
grito de auxilio, pero por lo visto fue una solución momentánea, dado que en la
Alcaldía de Cúcuta no tuvieron el presupuesto suficiente para cubrir esta
necesidad.
No obstante, la secretaría de la
Alcaldía municipal comentó que en efecto en 2009 si hubo respuesta para el
problema de los vecinos del lote convertido en basurero en Ceiba 2, además que
ingresó como prioridad un propósito en el Plan de Ordenamiento Territorial
(POT) para acabar con ese inconveniente a la largo del año 2012
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