miércoles, 20 de noviembre de 2013

Todo es un remix

Las innovaciones que disfrutamos han sido posibles gracias a la remezcla de los elementos que ya existen para darle lugar a algo “novedoso”.

Vivimos en una era en  la que se puede decir que ya todo se ha creado y debido a ello, las nuevas formas para inventar se ven referenciadas en artículos, canciones, películas, libros, basados o tomados de una idea ya expuesta o propuesta para destacarse en el mundo.

El proceso de idea original ha cambiado y su base se mantiene como nuestra interacción diaria con las tecnologías de la comunicación y la información, en la creación de contenidos y en la forma en la que compartimos lo que hacemos: copiar, transformar y combinar.

La creación es el fruto, producto del trabajo y esfuerzo para lograr variaciones de una idea, que esta  a su vez, sea más sofisticada, no es un truco, tampoco le ha llegado a una mente en blanco como por arte de magia. El hombre siempre está influenciado por el trabajo de los demás, nos basamos en algo que ya existe para mejorarlo o para renovarlo, ya lo decía Picasso: “es mejor que la inspiración te encuentre trabajando”.

La remezcla es necesaria para que exista el avance tecnológico, se abre un paralelo entre evolución natural y evolución social y se entra al debate por la propiedad intelectual porque el sistema de leyes no reconoce la naturaleza de la creatividad, en donde las ideas se entrelazan entre viejas y nuevas, no se aíslan, lo contrario, se complementan entre ellas.

Quentin Tarantino, director reconocido en el mundo del cine, es el mejor ejemplo de lo que quiere expresar el vídeo, porque en sus producciones logra reunir varios elementos de aquellas que ya han sido expuestas a la luz pública, algunas veces se ha expresado que es un homenaje, sin embargo, la similitud en las escenas no pasan desapercibidas. Es un multiprocesador de imágenes que se convierten en estímulos para que otros las tomen como punto de partida.


El arte ahora es una generalidad y se puede considerar como material de consumo, todo esto representado desde la Industria Cultural, pues la retroalimentación se presenta como una característica necesaria e inseparable dentro del proceso creativo porque si no hay quien se valore y comparta la obra, con quien se haga un análisis, no podrá ser apreciada como la consecución de una nueva idea y la necesidad de mostrar algo nuevo al mundo pasará por alto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario