Dimensiones y modalidades de violencia-Abuso Sexual
Las personas se toman la
libertad como si fuera un juego, creen que al generar una acción pueden pasar
por encima de los demás, sin tener en cuenta las decisiones de los otros
Muchas veces la voluntad de
las personas no es respetada, en un abrupto momento, se golpea el alma
femenina, la venus del mundo es azotada en silencio por aquel ares sin
escrúpulos, ese hombre que violenta y es presa de su instinto, ese que lastima
a su otra costilla; es una bestia y fuerza a la mujer a cometer el acto que
queda impune debido a que no es denunciado.
No hay palabra alguna que
supere este hecho, quienes padecen este tipo de aberración no se atreven a
denunciar por temor a nuevos ataques, a que sea más dolorosa la próxima vez, en
dado caso de que no se pruebe nada, se aterrorizan ante la idea de lo que pueda
pasar después, piensan en su vida y en los proyectos que tienen a futuro.
El abuso sexual pasa como un
delito invisible cuando se contextualiza dentro del conflicto armado, pues se esconde tras ese
gran muro que algunos han tildado de guerra y otros de lucha social. La mujer
en este campo es solo un objeto para satisfacer las necesidades de los
criminales que adoptan la figura de un ser protector.
La violencia sexual que
azota a la mujer en el conflicto armado ha ido creciendo a niveles
preocupantes, dado que según el último informe presentado por el Partido Verde,
cerca de 400 mil mujeres han sido abusadas.
Lo inquietante de la
situación es que las señoras no se atreven a denunciar por el simple hecho de
que todas viven con miedo a que el actuar para su propia bien se convierta en
una nueva amenaza para sus cuerpos, a que su alma siga herida.
El género femenino no es
solo víctima del delito de acceso carnal violento, eso es tan solo una forma
violenta de cometer abuso sexual, la
guerra que ha sufrido Colombia por más de 50 años promueve esclavas sexuales,
homicidios, abortos, torturas, desplazamientos y reclutamientos forzados.
La libertad de la mujer se
pierde, no tiene voz ni voto, no es capaz de decidir sobre ella misma, solo
porque un patán uniformado y con arma al hombro se cree con más poder de
elección.
Los delitos sexuales que
cometen los grupos ilegales quedan impunes al callar la voz de protesta y el
grito de ayuda que cada mujer abusada quiere expresar. El miedo es un
sentimiento de doble filo ya que actúa como arma de los bandidos para asustar
sobre las posibles represalias que ellos puedan cometer, además ellas
desconfían del sistema judicial que tiene el país.
La responsabilidad es conjunta
con el gobierno, pues muchas veces se han hecho los de la vista gorda, por
ejemplo la Corte Constitucional ordenó investigar 183 casos de violencia
perpetrada por miembros de las autodefensas, la Fiscalía aún no ha sentenciado
la primera condena.
El Estado tiene intenciones
de solventar este problema y combatir a la violencia sexual en primera línea,
sin embargo, las acciones que emprenden no son las más efectivas y solo se
quedan en voluntad política.
Las instituciones del Estado
tienen como obligación; prevenir la violencia contra la mujer, fortalecer el
programa de protección de personas, e implementar políticas en salud para las
mujeres víctimas del conflicto y esto se da gracias a la sentencia de la Corte
Constitucional.
Las víctimas deben llevar un
proceso de recuperación en el que haya absoluta reserva, debe existir el mayor
de los respetos y la confidencialidad entre afectada y agresor no debe ser
traicionada.
Este tipo de violencia se
traduce en emergencia médica, dado que se atenta contra la salud tanto física
como mental de las mujeres, debe primar la reacción y la atención inmediata
para contrarrestar los posibles efectos adversos que la violación pueda traer,
como lo son la prevención de enfermedades de transmisión sexual y para obtener
acceso a la anticoncepción de emergencia conforme a la legislación nacional.
Es esencial y vital el
acceso que las víctimas tengan a la asistencia integral de salud, además debe
existir un apoyo psicosocial en la fase aguda y para llevar el proceso de
adaptación a la vida social a largo plazo, no obstante en contadas ocasiones
hay ciertas limitaciones para que las mujeres afectadas puedan recibir atención
médica debido a que la situación del conflicto armado imposibilita la reacción
inmediata de los entes encargados de esta misión. La infraestructura médica
puede ser limitada, o encontrarse dañada o destruida como resultado del
conflicto, lo que priva a las víctimas del acceso al tratamiento.
A menudo, cuando intentan
llegar a los servicios de asistencia de salud, las víctimas enfrentan graves
riesgos para su seguridad.
A veces, también deben
recorrer largas distancias en un entorno inseguro en busca de ayuda,
posiblemente para encontrarse con que las estructuras y los servicios de salud
ya no están disponibles a causa del conflicto.
Debido a la compleja
naturaleza de los conflictos armados, los actores humanitarios tropiezan con
diversos problemas a la hora de llegar a las víctimas a fin de brindarles la
atención y el apoyo necesarios.
El Comité Internacional de
la Cruz Roja brinda apoyo económico a las víctimas para ayudarles a reconstruir
sus vidas. Esta ayuda puede incluir alimentos y artículos domésticos, vivienda,
asistencia en el desarrollo de nuevas fuentes de ingresos o el pago de costos
de transporte para ayudarles a acceder a la atención médica y psicológica.
El abuso sexual constituye
infracciones del derecho internacional humanitario (DIH) cuando se las comete
en el contexto de un conflicto armado, Se debe acatar la prohibición de la
violencia sexual y el Estado tiene la obligación de llevar a juicio a sus
autores.
El silencio tantas veces que
adorna la belleza que tiene la vida, en este caso, es un arma que permite el
abuso, el miedo también actúa como secuaz, la mujer es débil ante los maltratadores,
el gobierno es permisivo con este tema y se ve derrotado ante los vándalos que
han violentado contra el pueblo colombiano, en especial con aquellas mujeres
que tan solo querían una vida plena y amena.
El abuso sexual en el
conflicto armado no puede seguir siendo un delito invisible ante los ojos de la
justicia, se deben crear campañas de sensibilización y darle más notoriedad
para que estos casos no queden impunes cuando se vaya a enfrentar a la ley.
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