Aún con el recuerdo del fallo de Robben, las lágrimas de felicidad de Casillas, el gol de Iniesta y el estallido de una nación en la pasión de un grito de gol que lo coronó como campeón del mundo, siento que el mundial no se ha ido, no sé si sea por la invasión mediática que ha provocado tal éxito, que ni siquiera en los periódicos locales madridistas han podido ponerse de acuerdo sobre en que noticia enfocarse o darse el lujo de pasar por alto algunas contrataciones de la liga local y seguir en las mieles del triunfo, vanagloriándose de un título reacio para casi todo el mundo y otorgado sinceramente a quién se lo merece, más allá de fallos arbitrales, errores humanos o desconcentración para los partidos y es que quién no gozaría estando en la cúspide del mundo, sería incorrecto y del algún modo estúpido no hacerlo.
Sin embargo este mundial a pesar de su pobre producción en goles, a quién le echamos la culpa al balón o a las figuras que ya su nombre son marca registrada e hicieron menos que Shakira en este torneo, ha sido como las grandes fiestas artífice de dejarnos grandes personajes que serán recordados por nosotros y quién sabe si sea historia patria después, como por ejemplo el pulpo Paul quién adivinó todos los pronósticos de los partidos de la selección alemana y hasta la final, el con Nueva Zelanda, fueron los únicos invictos de la copa. Otro que también ha quedado en los corazones más que todo de los cafeteros, es el corresponsal, aquella mezcla entre Andrés López y Javier Hernández Bonnet según Bacteria, gracias a la campaña de Davivienda y sus empresarios en publicidad, el vocalista del sie7e se convirtió en lo mejor del mundial en sus facetas como enviado especial a Sudáfrica. Otra niña que quiso hacer show o mejor dicho agarrar fama con esta gesta mundialista fue la modelo Larissa Riquelme que cambió de parecer y de equipo como si se estuviera cambiando o mejor quitando la ropa. Quien sí sabe de show no sabía qué hacer cuando su selección fue eliminada se había encargado de atraer toda la atención sobre él y tal cual boomerang se le fue devuelta cuando sollozando se atrevió a pensar dejar la dirección de la selección, Diego se tuvo que chupar sus propias palabras y escudarse en quién habían sido sus amigos, enemigos, de nuevo amigos y por ahora enemigos nuevamente hasta que traiga una alegría a la nación argentina o lo reemplacen como se especula.
A pesar de que en teoría y estadísticas el mundial no fue mejor de lo que se esperaba, no se puede decir que no se disfrutó al máximo y que cambiar de un Algeria vs Eslovenia a un Valledupar vs Atlético La Sábana, es un cambio drástico y brusco y mucho más si se piensa que la final haya sido hace solo 4 días. No es lo mismo un partido 0 a 0 con gente desconocida que bien pueden ser familiares, amigos que buscan ser alguien en la profesional o simplemente es un “plan desparche” ese partido, que un 1 a 0 con figuras que ya con solo decir su nombre ganan dinero así solo sea que entren a la cancha a lesionarse y llorar por lo mal que jugaron durante todo el torneo o nos enseñen alguna nueva “fatality” para nuestro combo de jugadas cochinas para quitar el balón, además de librarse del rival con solo una amonestación cuando cosas como esas merecen cárcel, igualmente ver como los campeonatos no solo los definen los goles convertidos, sino también aquellos hombres solitarios encerrados en una especie de jaula, quienes pueden ser héroes o villanos dependiendo de qué tan seguros, concentrados o sus novias no los molesten durante los partidos sino ya después para celebrar con beso incluido la gran faena de la noche.
No es justo que dure tan poco, no es justo que no se pueda aprovechar la tecnología en su máxima expresión y se justifique la injusticia con el error humano perjudicando así, no a solo un equipo sino a toda una nación que depende del negocio en el que se ha convertido el fútbol no es justo que no haya ganado Brasil como tampoco es justo que mi selección no fuera, mucho se dice que si hubiésemos podido ir haríamos un buen papel, pero el papel que hicimos es tan malo que a pesar de no haber ido y sin ni siquiera ahora estamos por debajo de Perú en el ranking FIFA pero verdaderamente si es justo que lo haya ganado España, Del Bosque supo combinar la furia con el toque-toque para así conseguir el título añorado, hago memoria y me acuerdo de la Colombia del 94’ y su estilo parecido y salta la pregunta ¿por qué no fue campeón? Es respuesta para otro momento.
No sé que tomar para saciar este golpe de baja moral que tengo ni tampoco que hacer, a pesar de que España era mi cuarto favorito al título, su campeonato me ha dejado un sin sabor, de pronto fue que escasearon los goles puede ser o que Del Bosque se ganó un par de insultos merecidos por aguantar a Torres en la titular por orden de la FIFA y su marketing quizá o al menos por terquedad como lo hacen el 95% de los técnicos en Colombia y que golpe más bajo, que manera de aterrizar tan fea, es como si entrara uno de Bogotá a Cúcuta en un foker 50, el FPC comenzará este domingo y ahora veremos a los mismos con las mismas o los mismos regresando a donde estaban cuando comenzaron o peor aún algún reencauche veteranísimo que he hecho más carrera en el fútbol colombiano que un taxista por la caracas solo para mover las masas y el “pela’o” seguirá esperando la oportunidad, hasta que se le dé un chanche lo coja algún empresario, lo lleve al exterior de paseo y lo traiga de regreso porque no logró cuajar en la elite del futbol mundial.
¡Perdón si hay algo ácido y vomitivo, pero guayabo sin regurgitar es como un vallenato sin aguardiente!
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